87,49 Km, 1443 Km en total.
Otra vez nos diron la una para continuar la marcha, pero aprovechamos para escribiros y ver un poco Plasencia. Por cierto, es toda una señora ciudad con una parte antigua amurallada muy bonita y bien cuidada. Salimos por la puerta de Trujillo rumbo al Parque Nacional de Monfragüe. Esta zona está bañada por el Tajo y su afluente el Tiétar, que están embalsados, y tiene un castillo con una hermita. El castillo es un antiguo recinto amurallado, se cree que árabe, que inicialmente tenía cinco torres, de las que sólo queda la torre del homenaje (pentagonal) y restos de una cilíndrica. La hermita está ocupada por una virgen traída de Palestina en el sXII por un grupo de caballeros cruzados. Luego os contaré más cosas del castillito...
Bueno, para empezar nos pusieron una cuesta nada más salir de Plasencia, que menuda gracia nos hizo. Nos sirvió para disfrutar del paisaje, de los alcornoques, porque el día anterior no estábamos para "ná". Entre subes y bajas lleganos al Parque Nacional. Fuimos siguiendo la carretera en busca del santuario de Monfragüe que señalaba el mapa. Durante el recorrido pudimos contemplar buitres. es una zona de especial valor porque en ella anidan buitres, cigüeñas negras, águilas, búhos reales... Después de subir un ratito comenzamos a bajar mosqueados porque no había ninguna indicación del santuario. Y, de repente, apareció a la izquierda el desvío dando paso a un cuestón "de no te menees". Cuando nos dimos cuenta del percal, Diego me preguntó: -¿subimos o lo vemos desde aquí y pasamos de todo?; y yo, que no se lo que había desayunado aquel día, le contesté: -no, no, subimos!...porqué no me estaría calladita...Un kilómetro, aproximadamente, al 18%, menuda bromita! LLegó un momento que pensaba que no íbamos a poder, hasta que se acabó la carretera...¡bien, ya teníamos excusa para bajarnos del tandem e ir andando! Sólo nos quedaban unas cien escaleras para subir a ver...piedras y una virgen por un agujerito! Pero las vistas desde los alto de la torre, ¡ALUCINANTES!. Con las piernas un poco tocadas retomamos la ruta y continuamos por el parque. La idea era abandonarlo y dirigirnos hacia las Villuercas, objetivo de la proxima etapa. Tuvimos las gran suerte de que, como subiendo hacemos poco ruido, una cierva y su cervatillo cruzaron la carretera delante nuestra tan tranquilos. Después pudimos ver muchos más animales porque pasamos por prados con alcornoques "pelaos" llenos de vacas y de encinas llenas de...¡sí, por fin hemos visto el cerdo de pata negra vivo! Y lo mejor de todo, lo que Diego estaba esperando todo el viaje...toros bravos. Aunque cuando lo vieron cámara de fotos en ristre, se asustaron un poco. Por ver vimos hasta una charca llena de tortugas. De eso todavía tenemos dudas de si fue un espejismo, porque íbamos justísimos de todo. No nos quedaba agua, eran las seis de la tarde y llevábamos 70 Km y no habíamos comido. El problema era que no había nada antes de llegar a Serrejón. No os podeís imaginar con que alegría asaltamos al camarero del bar. No sé como nos vió pero nos saco una litrona de cerveza (después de este viaje habrá que desengancharse). Tuvimos una comida-merienda de lo más animada porque se pararon a hablar con nosotros todos los lugareños. Coincidimos que es lo mejor de todo, la cercanía que tenemos con la gente, es que el tandem atrae. Con el buche bien lleno nos fuimos a Almaraz a dormir, porque el su¡iguiente lugar con posibilidad de alojamiento y no seguro, estaba a dos horas y ya era muy tarde. Lo único a destacar de Almaraz es su central nuclear, el hostal Portugal y la tiendica del pueblo cuya dependienta es muy maja.
P.D estamos teniendo muchos problemas para acceder a un ordenador, espero que acepten nuestras disculpas.
Otra vez nos diron la una para continuar la marcha, pero aprovechamos para escribiros y ver un poco Plasencia. Por cierto, es toda una señora ciudad con una parte antigua amurallada muy bonita y bien cuidada. Salimos por la puerta de Trujillo rumbo al Parque Nacional de Monfragüe. Esta zona está bañada por el Tajo y su afluente el Tiétar, que están embalsados, y tiene un castillo con una hermita. El castillo es un antiguo recinto amurallado, se cree que árabe, que inicialmente tenía cinco torres, de las que sólo queda la torre del homenaje (pentagonal) y restos de una cilíndrica. La hermita está ocupada por una virgen traída de Palestina en el sXII por un grupo de caballeros cruzados. Luego os contaré más cosas del castillito...
Bueno, para empezar nos pusieron una cuesta nada más salir de Plasencia, que menuda gracia nos hizo. Nos sirvió para disfrutar del paisaje, de los alcornoques, porque el día anterior no estábamos para "ná". Entre subes y bajas lleganos al Parque Nacional. Fuimos siguiendo la carretera en busca del santuario de Monfragüe que señalaba el mapa. Durante el recorrido pudimos contemplar buitres. es una zona de especial valor porque en ella anidan buitres, cigüeñas negras, águilas, búhos reales... Después de subir un ratito comenzamos a bajar mosqueados porque no había ninguna indicación del santuario. Y, de repente, apareció a la izquierda el desvío dando paso a un cuestón "de no te menees". Cuando nos dimos cuenta del percal, Diego me preguntó: -¿subimos o lo vemos desde aquí y pasamos de todo?; y yo, que no se lo que había desayunado aquel día, le contesté: -no, no, subimos!...porqué no me estaría calladita...Un kilómetro, aproximadamente, al 18%, menuda bromita! LLegó un momento que pensaba que no íbamos a poder, hasta que se acabó la carretera...¡bien, ya teníamos excusa para bajarnos del tandem e ir andando! Sólo nos quedaban unas cien escaleras para subir a ver...piedras y una virgen por un agujerito! Pero las vistas desde los alto de la torre, ¡ALUCINANTES!. Con las piernas un poco tocadas retomamos la ruta y continuamos por el parque. La idea era abandonarlo y dirigirnos hacia las Villuercas, objetivo de la proxima etapa. Tuvimos las gran suerte de que, como subiendo hacemos poco ruido, una cierva y su cervatillo cruzaron la carretera delante nuestra tan tranquilos. Después pudimos ver muchos más animales porque pasamos por prados con alcornoques "pelaos" llenos de vacas y de encinas llenas de...¡sí, por fin hemos visto el cerdo de pata negra vivo! Y lo mejor de todo, lo que Diego estaba esperando todo el viaje...toros bravos. Aunque cuando lo vieron cámara de fotos en ristre, se asustaron un poco. Por ver vimos hasta una charca llena de tortugas. De eso todavía tenemos dudas de si fue un espejismo, porque íbamos justísimos de todo. No nos quedaba agua, eran las seis de la tarde y llevábamos 70 Km y no habíamos comido. El problema era que no había nada antes de llegar a Serrejón. No os podeís imaginar con que alegría asaltamos al camarero del bar. No sé como nos vió pero nos saco una litrona de cerveza (después de este viaje habrá que desengancharse). Tuvimos una comida-merienda de lo más animada porque se pararon a hablar con nosotros todos los lugareños. Coincidimos que es lo mejor de todo, la cercanía que tenemos con la gente, es que el tandem atrae. Con el buche bien lleno nos fuimos a Almaraz a dormir, porque el su¡iguiente lugar con posibilidad de alojamiento y no seguro, estaba a dos horas y ya era muy tarde. Lo único a destacar de Almaraz es su central nuclear, el hostal Portugal y la tiendica del pueblo cuya dependienta es muy maja.
P.D estamos teniendo muchos problemas para acceder a un ordenador, espero que acepten nuestras disculpas.
Saludos desde Etayo para Diego , Iván y compañía,buenos reportajes.
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