De Segovia a Guadalajara, de Ayllón a Cogolludo, 86,57 Km, con un total a nuestras espaldas de 407 Km. Pensareís que menuda etapa más corta pero al lugar donde queríamos llegar, Puebla de Beleña no había ningún tipo de alojamiento. No nos importó nada porque pagamos el exceso de la etapa anterior y esta no estuvo exenta de dificultades. Comenzamos subiendo hasta llegar a la muga de Guadalajara, contemplando la sierra de Ayllón y la sierra de Pela. Arriba nos esperaban unos imponentes molinos y si hay molinos hay...viento, qué frío! Bajamos por verdes prados llenos de ganado "peligroso", hasta llegar a un imponente castillo en Galve de Sorbe (qué bonito es Guadalajara!). Debemos decir que dejamos boquiabiertos a un grupo de mocetes que estaban de campamento y levantamos muchas envidias, era peor ir andando. Y después de unas imponentes birras y un merecido almuerzo seguimos subiendo hasta un segundo puerto con el Ocejón de más de 2000m de altitud marcando nuestro recorrido. Es duro pero impresionante ir rodeando a semejante monte, subiendo y bajando, pero poco (ya sabeís...). Lo que desconocíamos era que Cogolludo, nuestra meta, era la puerta de la ruta de la arquitectura negra. En otra ocasión nos daremos un garveo, pero con la furgo que no estaba la cosa para adornos. Menudas pedazo de jarras de cerveza que calleron en el bar de la plaza de Cogolludo. No os podeís imaginar la cuestita que se les ocurrió en su momento poner para llegar hasta ahí, casi desfallecemos (hay que decir que Dieguito tiene un pequeño problemita para poner el plato pequeño...una pena). Debo confesar que nos fuimos a la piscina con un "pedo" después de las jarritas que menos mal que no hacen control de alcoholemia a los tandem. Después de nadar un ratito, cenamos en el mismo bar muy bien y muy bien atendidos, y a dormir que mañana...Muak
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