viernes, 15 de julio de 2011

IX ETAPA, DE HOYOS DE ESPINO A CANDELARIO Y BÉJAR

De Ávila a Salamanca, 98,38 Km, 900 Km en total. Recuperados gracias a los chuletones, cuyas proteínas habían trabajando por la noche aumentando nuestros cuádriceps, partimos dispuestos a subir nuestro puerto "reconocido" de hoy...Peña negra (1909 m). Es el punto más elevado que vamos a subir, aunque no de mayor desnivel. ¿A qué el nombre asusta? Primero ascendimos levemente para luego bajar a Navacepeda de Tormes donde comenzamos el puerto. ¿Qué paisajes, qué verdor, cuánta agua y cuánta vida! Antes de llegar a la cima pasamos por La Herguijuela, un pueblo por el que parecía que no habían pasado los años, ni por sus habitantes ni por sus tractores. Los 12 Km de subida no se hicieron muy duros porque la temperatura era ideal y las vistas del circo de Gredos eran maravillosas. El contraste fue mayúsculo cuando comenzamos el descenso por su cara norte hasta Piedrahita, mucho más seco, amarillento... En la cima estaba todo preparado para celebrarse el campeonato del mundo de parapente pero, dos accidentes mortales ocurridos días antes, hicieron que se suspendiera la competición. Lástima que el tandem no iba bien y no pudimos correr agusto en el descenso de 17 Km. Y os preguntareís...¿qué le pasa al tandem ahora? Por un lado, otro radio roto y por otro ,daba tantos botes que parecía que íbamos a caballo. Para llegar a Barco de Ávila, donde íbamos a llenar el buche y seguir nuestra ruta de la cerveza, tomamos una carreterilla, terciaria por lo menos, que nos acercó a pueblitos ganaderos que justo habían pasado de la prehistoria (Hoyorredondo, Horcajada...) Con el viento en contra, como no podía ser de otra forma, llegamos a Barco donde comimos en su plaza y visitamos su castillo. ¡Qué pena que las tiendas estaban cerradas!, tenían unos chocolates que...ñam, ñam. Salimos muy contentos porque durante unos kilómetros debía darnos el viento a favor...ja, ja!. Alguien había cambiado la dirección del viento y además había colocado en nuestro camino unas pedazo nubes de tormenta... Yo tuve mis dudas de sí continuar o quedarnos en Barco (así abrían las tiendas de chocolate...). era necesario llegar a Béjar para dejar el tandem arreglando pero, a qué precio? Dieguito no lo dudó, estaba convencido de que íbamos a llegar. Sí, al pórtico de la iglesia del siguiente pueblo, El Losar. Tuvimos la gran suerte que justo al lado estaba el bar aunque no había teledeporte, ni covertura, ni ná. Nos dedicamos a ver cómo jugaban la partida los lugareños. Como la paciencia no es lo nuestro, en cuanto amainó un poco nos pusimos los chubasqueros y adelante que sólo nos quedan 30 Km! La tormenta cesó en seguida y el viento también, ¡bien!. Nos las prometíamos felices pero, según avanzábamos otra tormenta nos estaba esperando en el horizonte...nos pillará? La cosa estaba muy justa, andábamos en la línea divisoria entre el sol y la tormenta. Hasta que a la carretera le dió por girar a la derecha y llevarnos directos a la boca del lobo. Coronamos el puerto de la Olla y comenzaron las primeras gotas, otra vez a ponernos el chubasquero y correr a refugiarnos. Subiendo a Candelario comenzó a salir el sol y pudimos disfrutar de los olores que había dejado de lluvia. La idea era dormir en este pueblo tan bonito y bajar el tandem a Béjar a la tienda de Cubino (hermano de Laudelino Cubino, ganador de una vuelta a España hace unos cuantos años). Todo nos salió redondo. Encontramos un hostal antiguo muy curioso donde nos prepararon una cena deliciosa. Y a dormir!
P.D tenemos un problemilla para enviar fotos. En cuanto podamos las mandamos. Por cierto, más comentarios de ánimo por favor.

1 comentario:

  1. Campeones,que sois unos campeones.Mucho ánimo que seguro llegais a la meta.Un fuerte abrazo de Félix e Inma.

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